“Día Internacional de la Felicidad”
Encarnación, 20 de marzo de 2018.
Se festeja desde 2013 a instancias de la ONU como reconocimiento de la importancia del bienestar y la felicidad como aspiraciones universales de los seres humanos.
La risa es el mejor desestresante. Cien carcajadas equivalen a 10 minutos de ejercicio aeróbico y a 15 minutos de bicicleta. Quizá por ello se trata de la medicina más antigua del mundo. La risa contribuye a la felicidad y a la salud. Sin embargo, los beneficios de la risa no solo se circunscriben a este ámbito.
Analicemos los beneficios de la risa:
Rejuvenece la piel y tonifica: la risa ejercita los músculos de la cara, produce efecto tonificante, y no es la causante de las arrugas de expresión, a diferencia de lo que se cree. Cuando nos reímos movemos 400 músculos.
Libera tensiones: la risa es el mejor desestresante, y ayuda tanto a nivel mental como físico dado que eleva los músculos de la espalda y estira las cervicales, puntos donde se acumulan las mayores tensiones. También incrementa la productividad y la motivación en la realización de tareas gracias a la liberación de dopamina, neurotransmisor ligado a la agilidad mental y a la disminución de la producción de cortisol, que se libera en situaciones de estrés.
Aporta beneficios sociales: las personas alegres y positivas generan buen ambiente y contagian el buen humor y el optimismo. Además, según los expertos, ayudan a mejorar las relaciones interpersonales, facilitan las situaciones incómodas, eliminan bloqueos emocionales y ayudan a desdramatizar situaciones negativas. Las personas alegres y positivas generan mayor atracción que las negativas.
Disminuye el riesgo de infartos, regula la presión sanguínea y evita enfermedades: los espasmos que se producen en el diafragma durante la risa contribuyen a fortalecer los pulmones y el corazón, lo que disminuye las posibilidades de sufrir un infarto.
Reduce la sensación de dolor: al reír se segregan endorfinas, que pueden ser hasta 20 veces más efectivas que algunos medicamentos para el dolor gracias a sus efectos calmantes y analgésicos.
Reduce la congestión: se ha demostrado que las vibraciones que produce la risa despejan la nariz y los oídos de mucosidad cuando se está congestionado. Además, gracias a las lágrimas que puede provocar, ayudan a limpiar los ojos. Por otra parte, cuando reímos, en los pulmones entra el doble de aire del normal, permitiendo ejercitarlos y conseguir que tengan mayor capacidad.
Fuente: www.efesalud.com